El ayuntamiento respondió a golpe de policía con multas e incluso detenciones y sustracciones de monopatines. No sirvió de nada, la gente seguía apareciendo allí a patinar solo breves minutos después de que la policía se fuese.
El ayuntamiento escuchó a los vecinos y a los comerciantes (leer los artículos del final). La cuestión es que en las obras de remodelación de este año tenía la oportunidad de zanjar el tema de una vez simplemente cambiando el tipo de baldosa y no ha sido así.
O bien el ayuntamiento se lo ha pensado dos veces y ha cedido ante la presión de los comerciantes y la de los patinadores y ha mirado a otro lado en este asunto, o simplemente no ha intervenido en el diseño de las obras dejando que sean del mismo estilo que antes lo que implica que seguirán siendo válidas para el skateboarding. De hecho los nuevos obstáculos construidos no son más que un mar de nuevas posibilidades.
BIG FOUR RIP

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